jueves, 18 de febrero de 2016

Los sobrinos cubanos de Sam


Foto: Raquel Pérez Díaz. Antiguo jefe diplomático de los EEUU en Cuba en su residencia rodeado de disidentes cubanos
Foto: Raquel Pérez Díaz. Antiguo jefe diplomático de los EEUU en Cuba en su residencia rodeado de disidentes cubanos

El trágico destino de la oposición cubana parece ser andar agarrada al faldón del Tío Sam, con la esperanza de que este los legitime por la fuerza ante sus conciudadanos. Una pobre estrategia que los ha llevado a un aislamiento interno que reconoce hasta Washington.

Se les mantuvo al margen de la negociación entre Obama y Castro, podría decirse que fueron el último en enterarse. Y ahora, ante la nueva situación creada desde el 17 de diciembre del 2014, se sienten tan desubicados como un sueco en Burundi.

Mientras Washington y La Habana cambian su lenguaje y sus mecanismos de relación, los opositores utilizan el mismo discurso de hace 10, 20 o 30 años atrás. Siguen con la misma estrategia desde 1959, actuar cobijados tras la sombra de “los americanos”.

Primero soñaron con una invasión de los marines, después con un bloqueo que rindiera por hambre a sus compatriotas, más tarde probaron con atentados terroristas y por último nace la “oposición pacífica”, financiada con U$D 20 millones anuales desde Washington.

La capacidad de movilización de los disidentes cubanos se limita a unas pocas decenas de personas

La capacidad de movilización de los disidentes cubanos se limita a unas pocas decenas de personas
Ahora presionan a Obama para que condicione su visita a Cuba a que Raúl Castro acepte “un encuentro formal con una representación de la oposición”. Advierten que de lo contrario el viaje “servirá solo para consolidar al régimen totalitario y no para empoderar a los actores pro democráticos”.

Es sorprendente que no se hayan percatado aun de que la revolución cubana se consolidó en los años 60, y lo hizo a tal grado que ni siquiera se desmoronó cuando perdió el apoyo de la URSS. Perder el contacto con la realidad puede ser catastrófico en política.

Agregan que la visita “fortalecería la determinación del régimen de los Castro de mantener su actual posición”. ¿Qué podría fortalecer más la posición de Raúl Castro que el reconocimiento de la mayor potencia mundial del fracaso en sus intentos de derrocarlo por la fuerza?.

Para sentarse en una mesa de negociación con el gobierno hay que ser una fuerza política real, sea por la vía militar como las FARC en Colombia, por mecanismos electorales como la oposición venezolana o por la capacidad de movilización como Solidaridad en Polonia.

Pero la oposición cubana parece buscar el protagonismo avanzando a contramano del deseo de la mayoría de los cubanos y estadounidenses. Siguen apostando por avivar la confrontación, tratando de imponer a La Habana condiciones que esta ha rechazado durante medio siglo.

Dicen los disidentes que “El gobierno de los Estados Unidos no debe perder su liderazgo y compromiso con la democracia y sus defensores”. Y esta frase sintetiza como ninguna otra la verdadera relación entre Washington y los opositores cubanos.

Ese liderazgo que le ceden a EEUU en los asuntos de Cuba ha sido su peor maldición porque los ha hecho priorizar la agenda política y de DDHH de Washington por encima de las demandas económicas concretas y cotidianas de sus compatriotas.

Para empeorar las cosas el gobierno cubano abrió las posibilidades de viajar y los opositores pasan tanto tiempo fuera que en Miami los llaman “la disidencia viajera”. Tal vez si gastaran esos recursos en hacer trabajo político entre los cubanos, tendrían un peso mucho mayor.

Es posible que el Presidente Obama visite Cuba y se reúna con algunos disidentes, lo han hecho muchos otros antes que él, pero de ahí a que intente imponer la presencia de los opositores cubanos en la mesa de negociación hay un camino muy, pero muy largo.

Es sano que un gobierno tenga críticos pero para que los disidentes puedan ejercer ese papel necesitarán un proceso de “actualización” de sus estrategias porque cada día que pasa la oposición languidece, al punto de acercarse peligrosamente a la muerte cerebral.


Estas son las únicas dos Damas que tuvieron un lugar en la mesa de negociaciones entre cubanos y estadounidenses
Estas son las únicas dos Damas que tuvieron un lugar en la mesa de negociaciones entre cubanos y estadounidenses

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