El influyente diario estadounidense pidió a las autoridades
de su país cambiar la ley y políticas selectivas que promueven la
migración ilegal de cubanos.
El influyente diario estadounidense The New York Times pidió a
las autoridades de su país cambiar la ley y políticas selectivas que
promueven la migración ilegal de cubanos.
“El Congreso debería
derogar la Ley de Ajuste Cubano de 1966, que creó un mecanismo expedito
para admitir a los cubanos en un momento en que EE.UU. estaba tratando
de socavar un aliado soviético”, señala un editorial publicado este
lunes.
El periódico también defiende la eliminación de la
política de pies secos-pies mojados, que permite a los cubanos una vía
expedita a la residencia sin importar las vías que utilicen para
alcanzar el territorio norteamericano.
Asimismo, critica la
persistencia del programa de Parole para Profesionales Médicos Cubanos,
implantado por el gobierno del republicano George W. Bush con el
objetivo de promover las deserciones del personal sanitario de la Isla.
El
periódico considera que esa legislación y esas políticas son “una
reliquia de la Guerra Fría que están impidiendo la normalización de
relaciones entre Washington y La Habana”.
Plantea, además, que
este sistema es una bendición para los traficantes de personas en
América Latina y una carga para los países desde Ecuador a México por
donde se mueven los inmigrantes y las redes de tráfico de personas.
Actualmente
en Costa Rica hay más de cinco mil cubanos a la espera de continuar su
paso hacia Estados Unidos, lo cual ha desatado una compleja situación
en la región.
El diario subraya que uno de los motivos que han
disparado el flujo migratorio es el temor de que Washington ponga fin
al “trato especial” que reciben los migrantes de la Isla, sobre todo
después del restablecimiento de relaciones diplomáticas.
La situación actual en Centroamérica ha puesto el foco sobre el “absurdo” de la política estadounidense, refiere el editorial.
Añade
que la excepción en el trato de los cubanos es difícil de justificar y
contrasta con el tratamiento que reciben los centroamericanos,
incluidos los menores de edad, que dejan sus países de origen para
salvar la vida.
Además, la práctica actual ha impedido a las
autoridades estadounidenses llevar a cabo en el caso de los cubanos la
exhaustiva investigación que reciben los migrantes de otras
nacionalidades.
LAS OPCIONES DEL PRESIDENTE
Aunque el New
York Times admite que es responsabilidad del Congreso norteamericano
cambiar la Ley de Ajuste Cubano, señala que el presidente puede tomar
acciones ejecutivas para modificar el escenario actual.
Subraya
el Times que Obama tiene varias opciones, e incluso la propia ley da la
discreción al Poder Ejecutivo para admitir a los cubanos que llegan,
pero que no obliga a que el gobierno efectivamente lo haga.
La
administración Obama debería negociar “un nuevo acuerdo con el gobierno
cubano para hacer que la inmigración ordenada sea la norma”, indica el
periódico. Y propone que “aquellos cubanos que lleguen a Estados Unidos
sin autorización sean devueltos a no ser que demuestren un miedo
creíble de persecución”.
La Ley de 1966, firmada en plena Guerra
Fría, tenía como objetivo desestabilizar a la joven Revolución, pero
encubrió sus intenciones con el supuesto objetivo de proteger a los
cubanos que “huían” de la Isla, confiriendo a todos la categoría de
refugiados políticos.
Sin embargo, la mayoría de los ciudadanos
que actualmente se acogen a esa legislación visitan su país de origen
varias veces al año y recnocen que su motivación principal para migrar
fue económica.
El periódico estadounidense sugiere que, a
cambio de derogar las leyes y políticas actuales, Washington podría
tratar con La Habana el asunto de los ciudadanos cubanos que permanecen
en Estados Unidos con órdenes de deportación.
Aclara el
editorial que, con solo un año más en el cargo, el gobierno de Obama
“parece poco dispuesto a desechar la política que brinda a cada cubano
que llegue a territorio estadounidense el derecho automático a
establecerse en ese país y solicitar la ciudadanía en unos pocos años”.
Entre
los temores de la actual administración estaría también las posibles
consecuencias en el flujo migratorio en caso de modificar la ley y
políticas vigentes.
Según los acuerdos migratorios vigentes,
Estados Unidos debe otorgar anualmente 20 000 visas en su sede
diplomática en La Habana.
El editorial concluye que el gobierno
estadounidense podría seguir admitiendo a un alto número de migrantes
cubanos que solicitan los permisos por el canal legal, dando prioridad a
los que tienen “reclamos legítimos” o familiares en Estados Unidos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario